Si revisamos con paciencia cualquier novela voluminosa de la biblioteca es muy probable que encontremos todas y cada una de las letras. El interés de los pangramas está en que el alfabeto aparezca dentro de la frase más breve posible.
Los pangramas son útiles para la mecanografía porque obligan a presionar todas las teclas y a ejercitar todos los dedos. También tienen valor para la tipografía: un pangrama es la exhibición completa del conjunto de caracteres disponibles en una fuente. Es por eso que muchos programas de administración de fuentes tienen un pangrama preestablecido.
En los programas de la empresa Adobe se usa la frase
Jovencillo emponzoñado de whisky: ¡qué figurota exhibe!
mientras que en los de Microsoft se usa
El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja.
Escribir un pangrama no es fácil. La restricción es muy fuerte. Por eso tienen mérito las frases que, además de ser breves y contener el alfabeto completo, muestran cierta elegancia literaria.
Ejemplos
El viejo Señor Gómez pedía queso, kiwi y habas, pero le ha tocado un saxofón
La cigüeña tocaba cada vez mejor el saxofón y el buho pedía kiwi y queso
La vieja cigüeña fóbica quiso empezar hoy un éxodo a Kuwait
Queda gazpacho, fibra, látex, jamón, kiwi y viñas
Para crear el pangrama propio puede ser útil este asistente
A medida que se escribe en el recuadro, se van borrando las letras usadas. Hay que estar atento, porque no tiene en cuenta la castellana ñ.
Fuente
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