(Claro que si sabés un poco de matemática podrás encontrar la fórmula ganadora siempre).
Dodgem es un juego simple pero profundo. Aunque lleva dos minutos aprender las reglas, no es tan fácil convertirse en un jugador habilidoso e implacable. Se juega sobre un tablero cuadrado de cualquier tamaño; puede servir el del ajedrez, aunque en nuestro ejemplo usamos un tablero más pequeño, de seis casillas de lado.
Los rivales ocupan lados vecinos del tablero. Cada uno mueve hacia adelante; eso, para el verde, significa ir hacia la derecha, y para el rojo significa ir hacia arriba. En su turno un jugador debe mover una de sus fichas, un paso hacia adelante o un paso hacia los costados. ¡Retroceder nunca! Pero, detalle importante: la casilla de destino debe estar vacía.
Cuando una ficha está en la última línea del tablero (recordamos: para el verde, la columna de la extrema derecha; para el rojo, la columna de arriba de todo) el jugador la puede mover hacia adelante y sacarla del tablero. Cuando una ficha sale del tablero ya no forma parte del juego.
Gana el jugador que no puede mover, sea porque ya sacó a todas sus fichas del tablero, sea porque todas sus fichas restantes están bloqueadas por las fichas del otro jugador.
Jugá unas partiditas con algún encarnizado amigo. Verás que no es para nada trivial. ¿Cuándo conviene lanzarse a la carrera y cuándo conviene gastar movidas en bloquear al rival?
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