Celebración del Día Fuera del Tiempo!
Entre la luna, las mujeres, las mareas y el suicidio de los caballos, corre una línea secreta que la sabiduría ancestral, enhebrada de poesía, ha seguido hasta revelar en ella correspondencias todavía más sutiles y fascinantes.
En esa magia naufraga 'el tiempo maya'. Donde cada episteme traza sus versiones, la concepción de este pueblo de indígenas astrónomos deslumbra con sus portales mágicos, sus Glifos solares, sus kines y esa profecía inminente que descansa en los brazos del final de una era, 2012...
Preciso, su calendario señala hoy una celebración planetaria (cuyos ecos ya se oyen en más de 140 países) llamada 'el Día verde, el Día Fuera del tiempo'.
Hay que saber, ahora, que este evento señala la terminación del año de la ‘Tormenta Eléctrica Azul’ y el inicio de la era de la ‘Semilla Autoexistente’.
Veamos: los mayas vivían el tiempo en ciclos solares, lunares y galácticos. Los ciclos lunares cuentan con 13 lunas, cada una con veintiocho días. "Esto nos da un total de 364 días", precisa María Cristina Franceschini, quien desde hace años estudia y difunde aquí la cultura de Chichén-Itzá.
"Para completar el año solar los mayas agregan un Día Verde llamado Día Fuera del Tiempo. Lo dedican a ceremonias de purificación, agradecimiento y conexión con la naturaleza. Allí integran danzas, cantos, ofrendas...” describe, segura de la sintonía que hoy iluminará la versión local del festejo.
Desde este punto del mapa ( justamente en el corazón del parque aborigen) las sonajas convocan desde la mañana hasta el crepúsculo a todos los que se reconocen bajo la wiphala (la insignia de los pueblos originarios) para experimentar un ritual de conciencia y purificación, que reunirá, entre más, las voces de Sandra Amaya y de Víctor Hugo Cortés, la cultura afro de El Kallo, la música andina del Grupo Sikuris y del Grupo Matices (oriundo de Perú).
Por cierto, el Día Fuera del Tiempo en Mendoza ha sido declarado de interés por la Secretaría de Medio Ambiente, de Cultura y de Turismo.
En esa magia naufraga 'el tiempo maya'. Donde cada episteme traza sus versiones, la concepción de este pueblo de indígenas astrónomos deslumbra con sus portales mágicos, sus Glifos solares, sus kines y esa profecía inminente que descansa en los brazos del final de una era, 2012...
Preciso, su calendario señala hoy una celebración planetaria (cuyos ecos ya se oyen en más de 140 países) llamada 'el Día verde, el Día Fuera del tiempo'.
Hay que saber, ahora, que este evento señala la terminación del año de la ‘Tormenta Eléctrica Azul’ y el inicio de la era de la ‘Semilla Autoexistente’.
Veamos: los mayas vivían el tiempo en ciclos solares, lunares y galácticos. Los ciclos lunares cuentan con 13 lunas, cada una con veintiocho días. "Esto nos da un total de 364 días", precisa María Cristina Franceschini, quien desde hace años estudia y difunde aquí la cultura de Chichén-Itzá.
"Para completar el año solar los mayas agregan un Día Verde llamado Día Fuera del Tiempo. Lo dedican a ceremonias de purificación, agradecimiento y conexión con la naturaleza. Allí integran danzas, cantos, ofrendas...” describe, segura de la sintonía que hoy iluminará la versión local del festejo.
Desde este punto del mapa ( justamente en el corazón del parque aborigen) las sonajas convocan desde la mañana hasta el crepúsculo a todos los que se reconocen bajo la wiphala (la insignia de los pueblos originarios) para experimentar un ritual de conciencia y purificación, que reunirá, entre más, las voces de Sandra Amaya y de Víctor Hugo Cortés, la cultura afro de El Kallo, la música andina del Grupo Sikuris y del Grupo Matices (oriundo de Perú).
Por cierto, el Día Fuera del Tiempo en Mendoza ha sido declarado de interés por la Secretaría de Medio Ambiente, de Cultura y de Turismo.
Fuente
Si querés saber más de los mayas
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