"Podemos ver el corazón y otros órganos porque las escamas y la piel no tienen pigmentación", explica Yutaka Tamaru, uno de los autores principales del hallazgo, presentado en la reunión anual de la Sociedad de Biología Molecular de Japón. "Incluso vemos su pequeño cerebro encima de sus ojos, sin tener que cortar el cuerpo. Podremos observar todo su desarrollo conforme vaya creciendo", asegura.
Los peces no son transgénicos, sino que fueron creados mediante cruces repetidos entre especímenes pálidos de carpas doradas (de la especie 'Carassius auratus auratus'), a lo largo de tres años.
Teniendo en cuenta que cada pez pone varios miles de huevos cada vez que se reproduce, los científicos creen que se convertirá en un modelo animal muy útil para realizar toda clase de estudios sobre el desarrollo y el funcionamiento de los órganos internos y la sangre.
También esperan que pueda servir como herramienta educativa en las clases de ciencia escolares, donde los alumnos podrán analizar el interior de los animales sin tener que diseccionarlos.
Desde hace años ya existen peces cebra transparentes, que se usan habitualmente en experimentos, pero no son muy útiles para realizar algunos experimentos porque son muy pequeños y sólo pesan tres gramos, mientras que las nuevas carpas transparentes creadas en Japón pueden llegar a pesar a medir 25 centímetros y pesar más de dos kilos. Además, se espera que los animales puedan vivir hasta 20 años.
La creación de estos peces transparentes es una buena noticia para los defensores de los animales, ya que ofrecerá una alternativa a las siempre polémicas disecciones que suelen realizarse habitualmente en la experimentación científica.
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