Una "vaca artificial" que puede eliminar a la mosca Tsé-tsé -que propaga la enfermedad del sueño- ha sido nombrada uno de los mejores avances por investigadores universitarios del Reino Unido.
El aparato, que imita el olor de las vacas para atraer al insecto y matarlo con insecticida, fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Greenwich, en Londres, y ya está siendo utilizada en varios países de África.
Los inventores del dispositivo, los profesores Glyn Vale, David Hall y Steve Torr, han pasado 4 décadas buscando formas de controlar al insecto en África.
Su adelanto fue seleccionado por más de 400 académicos británicos como uno de los 10 descubrimientos universitarios más importantes de los últimos 60 años.
La mosca Tsé-tsé es responsable de propagar la enfermedad del sueño, o tripanosomiasis, que mata a cerca de 30.000 personas y dos millones de animales cada año.
Tal como dijo a la BBC el profesor Torr, "las enfermedades transmitidas por la Tsé-tsé son un grave problema en África".
"Me emociona que esta investigación, que intenta combatir un asunto verdaderamente importante en el mundo en desarrollo, haya sido reconocida".
Como bandera
La "vaca" más bien parece una percha con telas colgadas.
Como explica el profesor Torr, "mide dos metros de ancho y un metro de alto, parece una bandera de color azul y negro, y tiene pequeñas bolsas adheridas".
"Para una mosca, sin embargo, parece una vaca porque huele como éstas".
"Lo que hicimos fue crear una selección de cinco sustancias químicas de entre los cientos de compuestos que producen estos animales, los cuales atraen a las moscas porque imitan el olor real de una vaca".
"Las moscas buscan continuamente alimento -en la sangre de humanos o ganado- y se guían por el olor. Nuestra vaca artificial está impregnada con insecticida así que cuando la mosca toca la superficie del aparato se cubre de una dosis de insecticida y muere", explica el científico.
La técnica ya está siendo utilizada en varios países, incluyendo a Uganda, Etiopía, Kenia, Sudáfrica, Tanzania y Zimbawe.
La tripanosomiasis es transmitida al ser humano por la picadura de las Tsé-tsé, las cuales fueron primero infectadas al alimentarse de humanos o animales que hospedaban al parásito de la enfermedad.
El insecto vive principalmente en África subsahariana y África central, en una región de unos 11 millones de kilómetros cuadrados.
La infección se presenta inicialmente como una fiebre pero puede afectar el sistema nervioso central y si no se le trata puede ser mortal.
La interrupción de los ciclos de sueño es uno de los principales síntomas de la enfermedad, por eso se le conoce como enfermedad del sueño.
La tripanosomiasis también afecta al ganado, lo cual implica grandes pérdidas para el sustento de millones de personas en la región.
Reducción importante
La vaca artificial ya ha logrado resultados importantes en el combate de la enfermedad.
Según el profesor Torr "en los años 80, cuando comenzamos nuestro trabajo, tan sólo en Zimbabwe había unos 10.000 casos de tripanosomiasis al año".
"Gracias a esta tecnología para mediados de los 1990 logramos reducir allí el número de casos a menos de 100".
Actualmente, dice el investigador, la mayoría de los 36 países donde la tripanosomiasis es endémica ya están usando la tecnología parcialmente o a gran escala para combatir la enfermedad.
Los científicos trabajan actualmente en un "lagarto artificial".
"En el occidente de África las moscas que transmiten la enfermedad no se alimentan con ganado sino con lagartos" señala Steve Torr.
"Así que ahora estamos tratando de identificar los olores de estos animales que atraen a la Tsé-tsé para integrarlos en un ´lagarto artificial´", agrega.
La lista de los mejores avances logrados por investigadores universitarios incluye el descubrimiento de la estructura del ADN, la invención de la primera computadora, la creación de la píldora anticonceptiva, la tecnología de internet y la investigación de células madre.